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Muchos hombres piensan que el deseo es el factor más importante para que una mujer quiera tener sexo. Sin embargo, aunque el deseo es fundamental, hay algo todavía más determinante: la seguridad. Esto no solo lo afirma la experiencia, sino también las conversaciones honestas con mujeres que explican cómo viven la intimidad desde una perspectiva diferente.
¿Por qué la seguridad es tan importante para las mujeres?
A nivel biológico y social, las mujeres experimentan la vida de forma distinta a los hombres. Mientras que en la mayoría de las situaciones un hombre rara vez siente que su integridad física está en peligro, para una mujer esa sensación de vulnerabilidad es mucho más común. Vivimos en una sociedad que constantemente recuerda este hecho, lo que hace que la necesidad de sentirse segura sea aún más relevante.
Las 3 partes de la seguridad
La seguridad para una mujer se puede dividir en tres grandes áreas:
1. Seguridad física
Una mujer necesita sentir que, aunque el hombre pueda parecer fuerte o dominante, jamás va a hacerle daño. Incluso si existe una atracción por el peligro o lo prohibido, ninguna mujer consciente se pondrá en una situación donde perciba un verdadero riesgo.
¿Cómo se transmite esta seguridad?
- Controlando las emociones. Un hombre que sabe mantener la calma y tiene sentido del humor demuestra autocontrol, algo que genera confianza.
- Controlando el deseo. Es importante que la mujer sepa que, aunque el hombre está deseándola intensamente, él puede detenerse en cualquier momento si ella así lo quiere.
- Tratando a la mujer como persona, no como objeto. Puede haber juegos y roles en la intimidad, pero fuera de ese contexto debe sentirse valorada y protegida.
2. Seguridad en el entorno social
Aquí hablamos del respeto por las circunstancias personales y sociales de la mujer. Por ejemplo:
- Respetar su tiempo y sus prioridades, como compromisos familiares o laborales.
- Ser discreto. Las mujeres valoran enormemente la privacidad; saber que lo que ocurre entre dos personas queda entre ellas.
- Mostrar respeto en público y dentro de los círculos sociales. Un hombre que respeta a una mujer fuera de la cama refuerza su sensación de seguridad.
3. Seguridad emocional
Este tipo de seguridad es igual de crucial:
- Escuchar activamente cuando ella comparte sus emociones, sin interrumpir ni dar consejos no pedidos.
- No juzgar nunca sus deseos sexuales o confesiones íntimas.
- Respetar sus ritmos. La habilidad para leer cuándo avanzar y cuándo detenerse demuestra experiencia y sensibilidad.
¿Cómo crear esa sensación de seguridad?
La clave está en combinar el deseo con la seguridad. Si consigues que una mujer sienta ambas cosas, inevitablemente se sentirá atraída a estar contigo. No olvides:
- Hazla sentir deseada, pero nunca fuera de control.
- Respeta sus tiempos y decisiones.
- Mantén la discreción sobre lo que compartís en privado.
- Escucha de verdad y valida sus emociones.
- Adapta el ritmo en la intimidad a lo que ella necesita y disfruta.
Conclusión
El deseo te abre la puerta, pero la seguridad es lo que realmente permite cruzarla. Si quieres tener éxito en tus relaciones íntimas con mujeres, no descuides jamás su necesidad de sentirse segura contigo en todos los ámbitos: físico, social y emocional.
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